Cada año desde 1911, el 8 de marzo, es el Día
Internacional de la Mujer, fecha que suele ser reivindicativa, repleta de actividades
en todas partes, y que en la filatelia no se nos debe pasar por alto. Es
momento ya de terminar con esos “tópicos” tan generalizados de que la filatelia
es cosa de hombres, afirmación que si bien hoy en día ya no tiene sentido ni
tenerla en mente, si hubo tal vez otras épocas en las que se llegó a decir.
No tenemos que olvidar que el sello postal, esa materia
prima de la que se nutre la filatelia, tuvo a las mujeres como protagonista en
sus inicios. La leyenda nos cuenta que fue gracias al gesto de una posadera al
rechazar una carta, el que dio lugar a una reforma postal que la Reina Victoria
de Inglaterra, otra mujer, aceptó y dio pie a que el sello se pusiera en
circulación. De hecho el 1er sello del mundo lleva su rostro. Tampoco debemos
olvidar que en España también fue otra mujer, la Reina Isabel II la que adoptó
el sello como franqueo en la correspondencia, y que también su rostro es la
imagen del primero de los nuestros.
Pero hoy el recuerdo y el homenaje ante una fecha como la
del 8 de marzo, es para otras mujeres. La historia nos ha demostrado en
numerosas ocasiones, que si bien la conocemos o debemos conocer, también hay
que reescribirla cuando es la ocasión y surgen nuevos datos que así nos lleve a
ello. El título de este artículo es evidente que vamos a hablar de mujeres en
los inicios de la filatelia balear. Puede que no sea nada novedoso y que se
sepa que en cuanto arrancó la filatelia asociativa en Baleares, la mujer estuvo
ya presente.
No hay muchos datos que corroboren la afirmación de que
tal vez, esas mujeres “filatelistas” de Palma de Mallorca, sean pioneras no
solamente en su tierra, sino también en la filatelia española. No es habitual
en las crónicas de cualquiera de las Decanas de la Filatelia Española, que se
mencione con nombre y apellidos, mujeres que ejercieran y cultivasen el arte
del coleccionismo de sellos a finales del Siglo XIX.
Pero la prensa de la época no da esos detalles y esa
información que de momento, y hasta que la historia se vuelva a reescribir,
haga que sean las primeras coleccionistas de sellos de la filatelia española.
Así leemos en varios rotativos de la prensa balear que en julio de 1897 se daba
cuenta del cambio en la Junta Directiva de la “Sociedad Filatélica Balear”, de
la que fue nombrado como Presidente de la misma a D. Benito Pons Fábregues” (sic). Y esa misma nota de prensa
publicada, por ejemplo en el periódico La
Unión Republicana de fecha 7 de julio de 1897, anuncia que “…quedaron
nombradas socias de mérito las coleccionistas de esta capital…”. La
verdad sea dicha, que la nota solo indica que son “coleccionistas”, pero no
matiza si lo son de sellos o cualquier otro tipo de coleccionismo, entendiendo
que tal vez esta entidad filatélica española, de las primeras en constituirse
en nuestro país, además de filatelistas, aglutinase otro tipo de
coleccionismos. Tampoco hemos podido saber exactamente el significado de
“socias de mérito”. Era habitual en la filatelia asociativa de otros tiempos,
finales del XIX y principios del XX, en los que ciertas actividades (no
filatélicas) culturales, recayesen en las mujeres y esposas de los miembros de
la sociedad filatélicas, aunque este no es el caso, dado que la nota expone
nombre y apellidos de cada una de ellas.
Y estas primeras, a nuestro juicio, filatelistas femeninas de Palma de Mallorca fueron:
Dña. Manuela Armas de
Sureda
Dña. Concepción Pons
de Guasp
Dña. Luisa Enseñat de
Estelrich
y Dña. Francisca
Fuster y Fuster
La interpretación de los datos es lo que podría variar
esta afirmación tan tajante que lanzamos, o el hecho de que aparezcan nuevos
datos o nueva información, nos ayude con ello. Posiblemente esas iniciales
actas de la Sociedad Filatélica Balear, sea la clave para entender esos
términos de “socias de mérito” o “coleccionadoras”. Hay que recordar que las
primeras noticias en prensa de esta entidad filatélica balear, las conocemos ya
en agosto de 1896 (Periódico El Ancora de 06.08.1896) que anuncia la
presentación en el Gobierno Civil del Reglamento para “…una sociedad filatélica…” (sic). Esta gestión
la llevó a cabo D. Pedro Alcántara Borrás.
Copia de esta documentación, los Estatutos de la Sociedad
Filatélica Balear y el Reglamento de la misma, ambos documentos fechados en
1896, figuran como entregados para el archivo de la Sociedad Arqueológica Luliana,
datos que fueron publicados en el boletín de la misma de febrero de 1898, y que
detallan que los entrega D. Benet Pons, y que constan de, los Estatutos de “…un
foll. de 16 págs…” y el Reglamento “…un foll. de 21 págs., escrit ab dos
llengues, castellana y francesa…”.
La filatelia es una ciencia, y como tal no entiende de
género. Es lógico que se ha ido adaptando a los cambios que la sociedad ha ido
sufriendo con el paso de los años, pero es evidente que todos, ellos y ellas,
tenemos cabida en esta afición que tanto nos apasiona.
Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
©Ifac Filatélico