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jueves, 4 de marzo de 2021

LOS 4 PRIMEROS BUZONES EN LAS CALLES DE PALMA

 

Por José Ivars Ivars

Divulgador e Investigador Filatélico

 

 

Los buzones de correos han formado y forman parte del mobiliario urbano de nuestras ciudades, aunque tienden a ir desapareciendo y más pronto que tarde se convertirán en simples recuerdos, simples elementos desaparecidos de la cotidiano, meros objetos que algún coleccionista atesorará si dispone de espacio para ello.

 

Las primeras referencias escritas que se conocen y que hablan de la instalación de los buzones (ó rejas) en las Oficinas Principales de Correos, data de mediados del Siglo XVIII. Se crean con el fin de que los usuarios del correo puedan echar las cartas en aquellos novedosos depósitos de almacenaje de cartas (pliegos en aquella época), y con ello evitar la desconfianza que la población tenía al respecto de extravíos en los envíos al entregar las misivas en mano.

 

Fruto de aquella primera ordenanza publicada en los Anales de Correos de 1762, es el buzón más antiguo de España que se conserva, ubicado en la ciudad vallisoletana de Mayorga, y que data de 1793, según la inscripción grabada que aparece en el mismo.

 

Con la llegada de la reforma postal que estableció el sello como pago previo en el envío de la correspondencia, hecho acaecido en España en 1850, y numerosas mejoras en el servicio postal que se establecieron, la mayoría de las ciudades en España vieron como se incrementaba notablemente el número de correspondencia que se enviaba y recibía.

 

Tarjeta postal de época. Detalle del Paseo del Borne

La ciudad de Palma se encontraba dentro de esas ciudades que vivieron a mitad del siglo XIX, un cambio social y económico sustancial, lo que hizo necesario que el servicio postal mejorase a la par. Y fue un clamor popular de palmesanos y palmesanas, el exigir que además del buzón ubicado en la Oficina Principal de la ciudad, se instalasen otros en estratégicas zonas de la ciudad.

 

Diario El Correo de Mallorca (28.01.1859) dando cuenta de los trámites realizado por el Administrador Principal de Correos de Palma para la colocación de los primeros buzones

En 1858 (1) la ciudadanía de Palma entendió que puesto que “…esta ciudad está unida a los pueblos de la isla por medio de un correo diario, creemos llegado el caso de solicitar una mejora…”. Esta insistencia de la ciudadanía de Palma de Mallorca en la necesidad de incorporar buzones en las calles, la recogió su Administrador Jefe de Correos que por aquel entonces era D. Juan Bautista López, quien con fecha de 29 de enero de 1859 (2) afirma haber realizado la pertinente solicitud a la Dirección General de Correos para la instalación de 4 buzones subalternos, proponiendo se ubiquen en (sic):

 

1.     La plazuela inmediata al Borne, fronteriza con el edificio   que ocupa la Tesorería de Hacienda.

2.        El centro de la Rambla frente a la calle de las Huertas.

3.        En la Plaza de San Antonio.

4.        En la plazuela de Montesión.


Detalle de la noticia publicada en el diario “El Mallorquín” (08.04.1859), dando cuenta de la instalación de los buzones. A pesar de que se indica la fecha del día 8, el público no pudo hacer uso de ellos hasta el día siguiente
 

En realidad, estas ubicaciones no eran precisamente las que la población demandaba tan insistentemente, pero todo quedó resulto cuando el día 9 de abril de 1859 (3), la ciudad de Palma de Mallorca veía instalados sus primeros 4 buzones de correos (sin contar el que ya tenían desde inmemorial en la Oficina Principal de Correos). Y la ubicación que Correos designó para cada uno de ellos fue la siguiente (4):

 

1.  En el Borne de Santa Clara. Estanco del Nº 55.

2.  En la plazuela de la Paz. Estanco situado en el Nº 2.

3.  En la plazuela de Mercadal, Estanco en el Nº 5

4.  Cerca del Estanco de la Rambla (contigua al Huerto del Sol).

 

Lógicamente se establecieron unos horarios de recogida que los usuarios debían aprenderse para que sus misivas pudieran ser recogidas en la hora establecida para que pudieran circular tanto entre islas como hacía la península. Este horario establecía que la correspondencia se recogería siempre “…una hora antes…” de las salidas de los vapores y del correo interior establecido en toda la isla.

 

Los correos que tenía establecida la isla para entonces era: Los lunes a las 8 de la mañana el vapor-correo hacía Valencia, los miércoles a las 16 horas el vapor-correo hacía Barcelona, y todo el correo interior cada día a las 14 horas salvo los jueves que se expedía a las 19 horas.

Pero una vez ubicados estos primeros 4 buzones, la cosa parece no fue del agrado del personal. Desde la Oficina Principal de Correos de la ciudad, se esperaba que estos fuesen como los que por aquel entonces ya se estaban estableciendo en muchas ciudades, buzones que según describe la prensa de la época (5), eran de metal y sujetos por esbeltas columnas del mismo material, cuya decoración no afeaba allí donde se pusieran. Por el contrario los que llegaron a Palma eran “…un cajón de madera, colgado de la pared y pintado de almagre con unas letras en ocre…”. La prensa los tildó de “Trastos de mal gusto”.

 

A pesar de que hablar de filatelia puede que no tenga mucha relación con el tema de hoy, los primeros buzones callejeros de la ciudad de Palma de Mallorca, conocer la historia de nuestro Correo es siempre de ayuda para entender la evolución que este ha tenido hasta llegar a nuestros días, y a su vez rescatamos del olvido estos objetos cotidianos que algún día solo será posible encontrarlos en museos y hemerotecas fotográficas.

 


 

Notas:

 

1.    Así consta en El Correo de Mallorca del viernes 3 de diciembre de 1858.

2.    El Correo de Mallorca de 28.01.1859 (pág. 1).

3.    Noticia publicada en el diario “El Mallorquín” de fecha 08.04.1859, que no los llama buzones, sino “cajas buzones”.

4.    Al citar los estancos, se refiere que Correos eligió ubicar estos buzones cerca de estos establecimientos que por aquellos días eran quienes vendían los sellos de correos.

5.    El Correo de Mallorca de 11.04.1859.

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