EL
ANTIGUO EDIFICIO DE CORREOS DE MAÓ
Por José Ivars Ivars
Divulgador e Investigador Filatélico
Iniciamos
con este una serie de artículos en los que trataremos de dar pinceladas a la
historia del Correo en la Islas Baleares. Y digo pinceladas porque la Historia
Postal, la historia del Correo, de su gente y su trabajo, es merecedora de un
profundo estudio, porque como parte de la historia, el Correo ha estado siempre
presente en la sociedad, fuese la época que fuese, desde lo más antiguo del ser
humano. Van a ser una serie de artículos, breves en ocasiones, profundos en
otras, en las que dentro de las opciones y la información que poseemos, vayamos
conociendo esos detalles que solo quienes sabemos la importancia que tiene el
Correo, vamos a poder resaltarlo. Y empezamos esta andadura con un edificio que
por circunstancias varias no pudo llegar a su centenario realizando la función
por la que fue concebido: El antiguo Edificio de Correos de Maó.
El 28
de noviembre de 2018, Correos hacía las maletas y se mudaba en la ciudad de
Maó. Dejaba atrás décadas de estar ubicada en el edificio que albergó Correos
en la Calle Bon Aire, para ubicar su oficina en la Calle Ciudadella Nº 74. El
destino de aquel antiguo edificio de Correos no es algo que nosotros vayamos a
cuestionar, pero si podemos conocer el origen.
El
edificio de Correos de Maó entraría dentro de los muchos que con entre 1910 y
1930 se construyeron en España. Solían
ser edificios con una tipología de construcción muy elegante y acorde a
aquellos años 20. La Gaceta de Madrid de
1 de junio de 1916 lleva una noticia al respecto de los inicios de los trámites
que llevarán a la ciudad de Maó a contar con su Edificio de Correos. Siendo Director General de Correos D. Joaquín
Ruiz Jiménez, sale a concurso por Real Orden del 11 de septiembre de 1915 (publicada
en la “Gaceta de Madrid” y Boletín
Oficial de Baleares, de fechas 27 y 23 de septiembre de 1915) la
adquisición del solar o “edificios a
derribar”, destinado a albergar este Edificio.
El
plazo de presentación de opciones por particulares finalizó el día 20 de ese
mismo mes y año, y fueron 6 las ofertas presentadas:
1.
D. Francisco Andréu Orfila junto a otros
propietarios presentan un solar de 450 m2, ubicados en los números 15, 17 y 19
de la Calle Buen Aire, y la 15 de la Calle de la Iglesia por el importe de
47.250 Ptas., además de 60.000 Ptas., por las casas existentes.
2.
D. Antonio Roca, ofrece para esta iniciativa 2
casas contiguas en la Calle Deya, y otras 2 en la Calle Arrabaleta, por el
importe de 112.500 Ptas.
3.
D. Marcos Montañés, ofrece un casa con una
superficie de 1.160 m2 en la Calle Arrabaleta, por un importe de 115.000 Ptas.
4.
D. Jorge Teodoro Ladico, ofrece una casa de su
propiedad, con una superficie de 512 m2,
en la Calle Anuncibay nº 24 (antiguo 44) por importe de 36.000 Ptas.
5.
D. Agustín Landino Flores (y otros) ofrecen
9.000 m2 en el lugar que se elija de la
Finca Huerta de Balbarrosa, por un precio de 47.250 Ptas.
6.
Dña. Mariana de Febrer y Dña. Magdalena Cheli,
viuda de Ferrer, ofrecen la casa Nº 5 y 7 de la Calle Isabel II, esquina a la
Calle de Buen Aire, con 768 m2 y un importe de 110.000 Ptas.
De
todas estas propuestas, la Comisión encargada de estudiarlas tomó la
determinación final de “Aceptar” la propuesta presentada por D.
Francisco Andréu Orfilia .
Fue en
el Consejo de Estado de fecha 21 de junio de 1921 cuando se aprobó el Proyecto
para la construcción del Edificio de Correos y Telégrafos de Maó, tras haber tenido que aumentar la partida
presupuestaría inicial que era de 129.375 Ptas., en otras 110,982,65 Ptas.,
proyecto que tuvo la dirección técnica del Arquitecto D. Ángel Martínez
Argüelles.
Finalmente
el Edificio fue inaugurado en 1931, estando en funcionamiento hasta que el
pasado 2018, Correos decidió cambiar la ubicación y las instalaciones. Un
edificio histórico de la ciudad de Maó,
por el que se cursó durante casi 100 años toda la correspondencia que
desde la ciudad viajó a todo el mundo.
Pero el
progreso es así de caprichoso. Hoy es más rentable que ese histórico edificio
pueda servir de hotel (ó cualquier otra finalidad) que la de seguir albergando
las oficinas postales, en sustitución de él, una nueva ubicación, más acorde a
los tiempos, y con toda seguridad más rentable para Correos. ¿Quién gana o
pierde cuando se producen estos cambios? Juzguen quienes sean usuarios de la
Oficina actual de Correos en Maó.
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